¿Como surgió la llamada solucion final judia? Muchos movimientos republicanos y nacionalistas de los diferentes pueblos de Europa Central consiguieron gracias a la Gran Guerra de 1914. Su objetivo principal; un estado moderno, libre y soberano. Nace por ejemplo, Yugoeslavia, Polonia volvía a la existencia tras siglos de inestabilidad, así también Checoslovaquia, consiguió su autonomía. En este artículo hablamos sobre la solución final, pero si viajas a Praga y quieres conocer a fondo los detalles de este periodo histórico en Bohemia y Moravia te recomendamos realizar una Excursión Al Campo De Concentración De Terezin Desde Praga.
Pero aún existían en el corazón del Viejo Mundo, pueblos que apenas pensaban siquiera la posibilidad de obtener algo así como un país. Es el caso de los gitanos y judíos, que no poseían territorio propio ni definido.
Se puede afirmar que la nación judía es tan europea como cualquiera otra del continente, pues lleva más de mil años viviendo en éste, aunque repartidos en diferentes regiones. Ahora, sus orígenes, el de los hebreos, su memoria histórica y cultural están más atrás, en la cultura semita mesopotámica. Pero pese su larga presencia en Europa los hebreos jamás obtuvieron una soberanía territorial (o un país) en este continente ¿Por qué?
Europa, tras la caída del imperio romano
A causa del colapso del imperio Romano la Religión Cristiana trajo consigo una nueva y determinada concepción del mundo. Otra visión de la justicia, del poder y del destino. Todos los nuevos estados, en Europa, que quisieran perpetuarse y ser reconocidos como tal, debían someterse y proteger la autoridad de la Iglesia y arrodillarse ante ella. La gran misión encomendada era expandir y defender el proyecto civilizatorio de la Fe por todo el orbe.
La creación de una serie de señoríos y reinos cristianos, será la base histórica que justificará la creación posterior de naciones modernas en el occidente, como Francia, España, o Inglaterra. Los judíos al no seguir los dogmas de la Iglesia resignaron la posibilidad de obtener un reino en Europa. Organizaciones políticas como el Sacro Imperio Germánico jamás lo hubiesen tolerado. Hubiesen hecho hasta lo imposible por destruirlo como lo hizo con los regímenes paganos y musulmanes, con excepción de los otomanos.
Los judíos en Europa
Los judíos escogieron mantener y cuidar su propia identidad, sus viejas tradiciones y prácticas. Fueron por lo mismo objeto de toda clase de discriminaciones y persecuciones por las mayorías cristianas. Innumerables veces fueron expulsados de sus casas y ciudades, así pagaron el costo de vivir siempre en dominios ajenos.
En las primeras décadas del siglo XX, más de diez millones de judíos vivían repartidos entre los diferentes estados europeos. Muchos de ellos eran naciones y repúblicas muy jóvenes (incluida la misma Alemania) y por lo mismo temerosas de verse invadidas por poblaciones extranjeras Cualquier expulsión masiva de hebreos desde alguna nación causaba protestas y reclamos de los estados vecinos, pues se veían presionados a recibirles en masa. He aquí entonces, el problema de fondo que genera la “cuestión judía”.
Después de la primera guerra mundial
Después de la primera guerra mundial el mundo entero conocerá el advenimiento de los regímenes fascistas. En primer lugar nació como una enérgica respuesta contra el marxismo, que proponía un nuevo concepto de identidad colectiva. Una nueva noción del hombre, que se reconocía como tal en la pertenencia a una determinada clase social, no a un país. Para los marxistas, la nación, era un valor transmitido y defendido por los burgueses. El carácter revolucionario esta ideología consistía justamente en desentenderse de estos conceptos que más bien confundían y alienaban al proletariado.
En pos de la defensa de la Patria y la Nación, el fascismo, desde sus primeros días, exigía combatir sin cuartel la amenaza roja, triunfante en la Rusia bolchevique. Para esto era necesario abolir toda institucionalidad democrática.
Fascismo en Alemania
El desarrollo de las ideas fascistas alcanzaría, su aspecto más siniestro y criminal, en el pensamiento de Adolf Hitler. No solamente la nación tenía el deber de defenderse firmemente contra los comunistas, sino que también tenía la misión de abogar por la defensa de la pureza e integridad de la raza. El líder del partido Nazi, consideraba que la crisis e inestabilidad de los estados germánicos, radicaba en que estaban poblados también por etnias y pueblos extraños. La necesidad de alcanzar y luchar por un espacio vital puro, fue uno de las ideas que arraigaron en el joven austriaco desde sus primeros días, y que marcarían su tendencia decidida hacia la xenofobia.
El antisemitismo es parte esencial de su programa político. Lo hizo evidente en 1935, al votar por unanimidad las leyes de Núremberg. Restringieron casi todos los derechos ciudadanos de las minorías judías del Reich. No podrían estudiar o enseñar en las universidades alemanas, tampoco se les permitió asistir a cines, cafés, teatros, o distenderse en parques o paseos de recreo público. Fueron excluidos de la sociedad. Al comienzo estas medidas buscaron provocar el éxodo voluntario de los afectados. Miles de judíos decidirán la migración. Esta fue la primera medida nazi que buscó solucionar el problema de la cuestión judía en Europa Central.
La segunda guerra Mundial
La ambición bélica y expansionista de la Alemania Nazi, la llevaría a invadir muchos países en el viejo continente. En ellos vivían hasta entonces millares de judíos. Se aplicaron por supuesto, las leyes antisemitas prácticamente en todos los territorios ocupados. El llamado Nuevo Orden nacionalsocialista, era observado estrictamente por las SS, organismo policiaco y político.
El régimen nazi, considerando insuficientes las leyes dictaminadas, elaboró diversos proyectos para sacar a las minorías judías de Europa. Se estudió la posibilidad de desplazarlos a Madagascar o a Palestina. Contaron a veces, incluso, con la colaboración de algunas corrientes seculares del judaísmo, como el sionismo. El estallido de la guerra haría fracasar todas estas tentativas.
Nazismo en Checoslovaquia
La imposibilidad de ocupar a corto plazo la Unión Soviética, y las primeras derrotas militares en el este, llevarán al régimen nazi a cambiar de estrategia en torno al trato de las minorías indeseadas. Para Hitler la presencia de razas inferiores en el Reich era intolerable. Esto no solamente afectaba a judíos sino a otros pueblos y naciones. En el Protectorado de Bohemia y Moravia, por ejemplo, solo tres millones de su población, estaban en óptimas condiciones raciales para ser germanizados. Otros cuatro millones de checos debían ser expulsados o, de alguna manera, eliminados. Su destino se decidiría después del gran triunfo, pero para la cuestión judía era menester una Solución Final cuantos antes.
Fue así entonces que comenzaron las sistemáticas deportaciones de cientos de miles de personas y familias hebreas. En la Checoeslovaquia ocupada por los nazis se habilitó la antigua fortaleza barroca de Terezín como guetto judío a partir de noviembre de 1941. Al correr pocos meses muchos judíos serían sacados de allí, rumbo a los campos de exterminio. No es este el lugar para profundizar en los horrores y en los detalles del Holocausto, solamente quisimos aquí situar con claridad la situación histórica, ideológica, social y política que posibilitó algo tan macabro, tan fríamente premeditado, y estrictamente ejecutado, como la Solución Final.
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Artículo Histórico Realizado por Andres Vidal.