¿QUÉ VER EN LA PLAZA WENCESLAO?

La Plaza de San Wenceslao es el epicentro metropolitano de Praga. Se encuentra en el corazón de la ciudad nueva. Es un amplio bulevar con aproximadamente 1000 metros de extensión.
Es el punto donde históricamente se han realizado las concentraciones públicas multitudinarias de Praga. La revolución de terciopelo de 1989, por ejemplo, tenía por mayor punto de concentración la Plaza de Wenceslao. 300 mil personas se reunían allí diariamente durante las dos últimas semanas de noviembre de 1989, exigiendo democracia y el término de la dictadura comunista que por aquel entonces cumplía algo más de 40 años.
Todos los pormenores y detalles de esta historia diariamente la puedes conocer en nuestro free tour de Praga Contemporánea.

 

HISTORIA DE LA PLAZA DE WENCESLAO

Nos remontamos al año 1348. Carlos IV de Luxemburgo ordena la extensión urbana de Praga, y comienza la fundación de lo que hoy llamamos la ciudad nueva. La ciudad nueva es la nueva urbanización que comienza a construirse y a institucionalizarse detrás de los muros de la ciudad
vieja. Antes de la creación oficial de este nuevo distrito, existían ya tres mercados extra muros: el de los cereales y granos, el de los ganados y el de los caballos. Este último era justamente el que correspondía a lo que actualmente llamamos la Plaza de Wenceslao.

Pero muchas fuentes afirman que no solamente se vendían caballos, sino que todo lo que fuera posible de transarse tenía a este lugar como centro de operaciones. Las edificaciones que rodean la plaza han ido cambiando lentamente el aspecto del lugar. A finales de siglo XIX, ha tomado el aspecto de una elegante avenida a la manera parisina, con bellos edificios art noveau, siendo esta plaza uno de los ejemplos más espectaculares de la belle epoque.

A pesar de estos cambios estéticos, la plaza de Wenceslao sigue cumpliendo el rol económico relevante. Además, del mucho comercio que existe en este lugar, tiendas, restaurantes, librerías, hoteles, sucursales bancarias etc., debemos sumar el mercado informal, ambulante, aun
ilícito que también campa en la zona. Por lo mismo, La Plaza de San Wenceslao sigue siendo, sin duda, un punto de intercambios comerciales importante, sino principal de la ciudad.

¿Qué Ver En La Plaza De Wenceslao?

A continuación, te daremos 5 sugerencias de qué ver y conocer en este lugar-

ESTACIÓN MUSTEK: el puentecito de piedra.

Siglos atrás existía una fosa que separaba a la ciudad nueva de la vieja. El sistema defensivo de la ciudad vieja contaba con una maciza muralla de piedra que daba con una zanja que estaba del lado de lo actualmente es la calle NA PRIKOPE, que justamente se traduce como “la fosa”. Desde la ciudad vieja había muchas puertas para acceder a la ciudad nueva y una de estos accesos menores era por un puentecito que pasaba por encima de la zanja. Hoy allí está la estación de metro de la línea A, que justamente lleva por nombre “puentecito”.

Lo interesante es que cuando uno baja para los andenes del metro, es posible encontrar dentro de la estación restos arqueológicos del antiguo puente de piedra. Es posible ver los arcos del mismo puentecito. Fue redescubierto en 1974, cuando comenzaron las excavaciones para construir el primer circuito de metro de la capital checa y hasta la actualidad están expuestas estos cimientos para el público.

HOTEL YALTA: Museo de la Guerra Fría.

Es uno de los hoteles más famosos de la ciudad. Fue edificado sobre las ruinas de un edificio dañado durante los últimos días de la segunda guerra mundial. Tiene una fachada en estilo realismo socialista, moda que predominó durante la segunda mitad del siglo XX.
Durante el régimen comunista (1948-1989), allí se alojaban importantes representantes de la política y del mundo de aquel entonces. Durante este periodo en los subterráneos funcionaba una oficina secreta de la policía política del régimen, conocida como StB. Los cuartos del hotel, según cuentan estaban microfoneados para investigar a los huéspedes de ser necesario. Actualmente en este espacio existe un museo dedicado a la Guerra Fría, que diariamente puede ser visitado. Aquí te dejamos las apreciaciones que los visitantes han dejado en Tripadvisor.

LA ESTATUA DE SAN WENCESLAO

La estatua que se encuentra en la parte superior de la plaza corresponde al Santo Patrono del País Checo, San Wenceslao, que da el nombre a la plaza. La estatua data del año 1894. Se le ve sobre su caballo portando siempre su lanza y escudo que son los objetos que representan al símbolo de la nación checa. El monumento también consta con la presencia alrededor de San Wenceslao, de los otros santos patronos del país, a saber, Santa Ludmila, San Adalberto, San Prokopio y Santa Inés.

A finales del siglo XIX, los checos vivían el periodo del resurgimiento nacional, ya los sentimientos nacionales estaban adquiriendo madurez y praxis política. Era evidente entre los checos el ánimo independentista y separatista, pues por aquel entonces todavía las tierras checas
pertenecían al imperio austrohúngaro que se desintegraría en 1918, gracias a la primer aguerra mundial.

EL MEMORIAL DE JAN PALACH

Detrás de la estatua de San Wenceslao y de la avenida Wilsonova se encuentra a los pies de del Museo Nacional, el memorial a Jan Palach y a Jan Zajic. Sobre los adoquines es posible contemplar una silueta de una cruz que contiene en un costado los nombres de los dos manifestantes que dieron su vida luchando contra el proceso de la normalización.

En 1968, 21 de agosto, entraron medio millón de soldados y 6 mil tanquetas del Pacto Varsovia, el extinto pacto militar de los estados socialistas del este de Europa. Vinieron a poner término a la primavera de Praga, un breve periodo de reformas políticas que encabezó Alexander Dubcek, secretario general del partido comunista checoeslovaco. Las tropas soviéticas y sus aliados ingresaron para no marcharse, pues su presencia se extendería hasta el año 1991.

Tras la invasión militar, el partido comunista checoeslovaco fue intervenido directamente por Moscú, y sus dirigentes fueron cesados de sus cargos para nombrar otra nomenclatura de su confianza. Se comienza así el período que hoy se denomina la normalización (1968-1973).

Para protestar ante esta nueva situación el 16 de enero de 1969, un muchacho de 21 años, estudiante universitario, llamado Jan Palach,
tomó una decisión radical. Se dirigió a los pies del museo nacional, pleno centro de Praga y allí se empapó en gasolina para posteriormente ponerse fuego así mismo con una cerilla. A los días moriría producto de las heridas. Como si no fuera suficiente, un mes más tarde y en el mismo sitio, un chico de 19 años llamada Jan Zajic, cometió el mismo acto demente, rociarse en bencina para para luego prenderse fuego a lo bonzo, muriendo a los pocos minutos calcinados. Esta cruz, entonces, recuerda el suicidio de estos dos mártires anticomunistas.

EL MUSEO NACIONAL

El museo nacional es un monumental edificio alzado en la parte superior de la Plaza de San Wenceslao. La construcción data del año 1891. Al estilo se le denomina Neorenacentista, pero también estilo Nacional. La segunda mitad del sigo XIX se destaca por el renacer de los sentimientos patrióticos checos y separatista con respecto a su pertenencia al imperio de los Austrias. Por la misma razón la edificación de esta sede del museo era un símbolo de la nación. Una forma de institucionalizar en este caso el patrimonio nacional en materia de colecciones que van desde restos arqueológicos,
históricas, naturales y mineralógicas del territorio ancestral checo.
Posee en la actualidad colecciones de carácter permanente pero también las hay temporales.

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