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Junto con Carlos IV y Jan Hus, Juan de Nepomuceno sea uno de los íconos históricos mundialmente más famosos que nos ha legado la historia de los países checos y por ello hablamos de él durante todos nuestros Free Tour en Praga. Nació en 1340 y en la madurez se haría sacerdote hasta el fin de sus días. Moriría asesinado en 1393, por voluntad del Rey de Bohemia, Wenceslao IV de Luxemburgo.
La estatua más famosa del Puente de Carlos
El puente de Carlos tiene 30 estatuas. Es el puente que tiene más estatuas en el mundo. Todos los días en nuestro Free Tour del Castillo y Mala Strana circulamos entre ellas y contamos detalles históricos de las mismas.
Pero la aparición de estos monumentos es de la segunda mitad del siglo XVII y de la primera mitad del siglo XVIII. Podríamos Decir que todas fueron puestas durante el periodo que conocemos de la Contrarreforma o recatolización obligatoria a la que fue sometida la nación checa a partir de la guerra de los 30 años.
En los libros de historia del arte corresponde al periodo de la cultura y el estilo barroco.
Sin embargo, en el siglo XV, fue erigida un tímido altar o animita en memoria de San Juan de Nepomuceno. Se trata de una imagen de madera. Fue la primera imagen religiosa del puente de Carlos.
La estatua milagrosa del puente de Carlos
La estatua de San Juan de Nepomuceno está alzada sobre un pedestal, donde hallamos dos relieves de bronce que enseñan diferentes momentos de la leyenda del Santo. En uno de ellos, encontramos la silueta de la reina Ana Sofia de Bavaria de rodillas en el confesionario junto al santo.
Del otro lado, vemos la silueta de los guardias del rey Wenceslao lanzando desde el puente de Carlos el cadáver del santo al río Moldava. Lo curioso es constatar que ambos relieves se hallan dorados y brillantes, ya que millones de personas al año, durante su paso ene l puente, forman fila para tocar los relieves y así pedirle un deseo al santo.
Leyenda de San Juan de Nepomuceno
De acuerdo con este relato, el se desempeñaba como el confidente de la reina Ana Sofia de Bavaria esposa del monarca checo, Wenceslao IV. Según se cuenta este último quería saber las andanzas y pecados de su esposa, y por lo mismo, le exigió al sacerdote que le diera relación de los mismos.
Juan de Nepomuceno, por sus votos religiosos conforme a su oficio, tenía la obligación de mantener en secreto cualquier tipo de confesión, sea de la reina y de cualquier mortal, por lo mismo se negó tajantemente a la petición del rey. Esto provocó la cólera del hijo del afamado Carlos IV, que ordenó su detención.
Consecuencias
Fue llevado a un calabozo y allí Juan de Nepomuceno fue sometido a diferentes tormentos. Pero fue imposible que claudicara a su silencio. Como las torturas eran inútiles, frustrado el cruel monarca decidió que se le cortase la lengua, “ya que le gusta tanto el silencio, que no diga ninguna palabra más en su vida”, sentenció irónicamente el rey. Fueron tantos los castigos a los que fue sometido el sacerdote que terminó falleciendo.
El rey de Bohemia, tercero de la dinastía Luxemburgo, ordenó a sus lacayos que se llevasen el cadáver y lo arrojasen a las aguas del Moldava. Fue entonces que le llevaron al puente de piedra de Praga (actual puente Carlos IV) y cumplieron lazándole al río. El río arrastró el cuerpo de nuestro héroe aproximadamente 1 kilómetro. Esa noche fue visto sobre el río un halo de 5 estrellas. La gente curiosa se fijo en esta aparición y tremenda fue la sorpresa al ver iluminado el cadáver de Juan de Nepomuceno. Sin duda se trataba de una señal de la divina Providencia.
Rápidamente se difundió la noticia en la ciudad, y el rey Wenceslao prohibió bajo severas penas cualquier intento de retirar del río los restos del religioso. Sin embargo, ninguna amenaza impidió que la gente retirase el cuerpo y le diera al santo una cristiana sepultura.
Versión Histórica del Martirio de San Juan de Nepomuceno
Pero el relato anterior no deja de ser una mera leyenda producto de la ficción e imaginación de los pueblos. La historia real narra otra cosa. Si bien es cierto que existió un sacerdote de nombre Juan de Nepomuceno, sus problemas con el rey checo Wenceslao IV, no estuvieron motivados por los chismes de la reina o cosas semejantes, sino por temas netamente políticos.
Wenceslao IV, quería tener el control total del estado eclesiástico, promovía para los altos cargos de abadías, parientes o gente cercana a su círculo. Nuestro sacerdote por su parte abogaba por la independencia de la Iglesia y junto con el arzobispo de Praga frustraban sus planes, poniendo en la administración eclesiástica otros candidatos en lugar de los del rey. Todo esto, además se sumaba a las diferencias que tenían en torno a las querellas papales. Por aquella época existían 2 papas, uno situado en Avignon y otro en Roma, que pugnaban cada cual por su lado por el reconocimiento internacional. San Juan de Nepomuceno era leal a Roma, partido contrario del rey checo.
Cansado de estas pugnas, Wenceslao ordenó la detención de varios miembros de la alta nomenclatura de la Iglesia de Bohemia, y aunque no lograron aprehender a todos, si consiguieron detener a Juan de Nepomuceno. De acuerdo con algunas fuentes, lo torturaron y lo castigaron brutalmente, también se atestiguar que le cortaron la lengua. Pero no se dice que fue arrojado a las aguas del Moldava desde el Puente de Carlos, sino que su cuerpo se hizo desaparecer. Pero como previamente la lengua le fue cortada, fue sólo esta parte de su cuerpo la que se ha conservado hasta el día de hoy, y es la reliquia que se adorado del Santo durante siglos.
Beatificación y canonización
Pese que la adoración del santo data desde los días de su martirio, hubo que esperar más de 300 años para que el Vaticano reconociera la santidad de nuestro sacerdote. No fue sino hasta 1723, recién que se abrió un expediente de beatificación, que se ratificaría en 1728, siendo por fin incluido en la lista canónica de Santos de la sagrada Iglesia Apostólica románica.
Fue en este periodo de tiempo (1723-1728) que va desde la beatificación hasta la canonización, erigida la actual estatua de bronce del santo que encontramos en el puente de Carlos. Los rasgos distintivos principales del santo son las 5 estrellas doradas de la aureola que
circunda su cabeza. Así también siempre porta un crucifijo en sus manos, y finalmente dos espigas de laurel.
La estatua fue moldeada por el célebre escultor barroco, Jan Brokoff, que por cierto, dejó otras estatuas en el puente de
Carlos que hasta a la actualidad encantan y asombran a los millones de visitantes.
La forma más fácil de regresar a Praga
Según una creencia popular difundida en Praga, si tocas los relieves del Santo, algún día volverás a Praga. Y si tocas con mucha devoción y simultáneamente ambos relieves, dicen que vuelves hasta con todos los gastos cubiertos. Sea cierto o no, miles de personas diariamente se
acercan y dejan sus huellas ya sea sobre el perro que enseña uno de los relieves, o bien sobre la figura del santo cayendo muerto al río.
La Capilla de San Juan de Nepomuceno en la Catedral de San vito
En el castillo de Praga encontramos muchas referencias del santo en las dos iglesias principales que contiene el complejo palaciego. En el tercer patio hallamos la magnífica catedral de San Vito. La catedral, en la actualidad cuenta con 19 capillas. Una de las más espectaculares es la de San Juan de Nepomuceno, fue consagrada en 1726. Por aquella época recién había sido beatificado, pero todavía no existía la
confirmación de su beatificación.
La capilla contiene 1600 kilos de plata. El hermoso mineral fue modelado para representar en primer lugar la imagen del santo con sus rasgos distintivos. Alrededor se puede reconocer un racimo de ángeles plateados que circundan al santo, además de querubines y otros lienzos
decorativos.
Asimismo, hallamos en la arcaica iglesia de San Jorge, una capilla dedicada a la memoria del santo. Fue erigida durante el reinado de Carlos VI, en la primera mitad del siglo XVIII, y en su interior vemos pinturas con episodios de su vida y de su martirio. Todos estos detalles puedes conocerlos junto a nosotros en el tour del castillo con entradas.
San Juan de Nepomuceno, símbolo del barroco y de la contrarreforma en Bohemia
En el siglo XVIII, al saberse que el vaticano se mostraba de la voluntad de tomar cartas en el asunto, al respecto de considerar la santidad del sacerdote, provocó una verdadera fiebre de adoración y devoción en el país checo. Prácticamente no hubo pueblo que no alzara si quiera una estatua del santo.
Existen muchísimas iglesias barrocas bautizadas con el nombre del Santo. Por mencionar algunas, muy cerca del castillo, hallamos la iglesia de San Juan de Nepomuceno, construida en 1723, y que hoy sirve de iglesia para los miembros del ejército checo. También hay una que se halla en la hermosa ciudad de Kutna Hora.
Una de las iglesias más hermosas del país, lleva su nombre, y queda en la región de Moravia, Zelena Hora, que desde el año 1993 es Patrimonio Universal de la Unesco.
San Juan de Nepomuceno es adorado en todo el mundo católica y es posible encontrar templos dedicados a su memoria en América Latina, y en Chile por ejemplo existe una escuela que lleva su nombre. San Juan de Nepomuceno es el santo patrono del secreto de la confesión, pero también se le tiene como el santo de las inundaciones y de los ahogados. También en España es considerado protector de los marino s y de los navegantes.